Foto: @AllisonJRiggs

Más de seis meses después de las elecciones generales de 2024, la magistrada demócrata Alison Riggs juramentó como jueza de la Corte Suprema de Carolina del Norte, tras una larga batalla legal en la que su contrincante republicano Jefferson Griffin intentó anular más de 65 mil votos para revertir los resultados de los comicios.

Riggs juramentó el 13 de mayo, luego que una corte federal desechó los reclamos de Griffin y ordenó a la Junta de Elecciones de Carolina del Norte (NCSBE) certificar los resultados de las elecciones de noviembre que le dieron la victoria a la demócrata por 734 votos.

“Después de que se gastaron millones de dólares, más de 68 mil votantes en riesgo de perder sus votos, miles de voluntarios movilizados, cientos de documentos legales sometidos y el daño incalculable hecho a nuestra democracia, estoy complacida de que la voluntad de los votantes fue finalmente escuchada, seis meses y dos días después del día de las elecciones”, dijo Riggs en un comunicado tras conocer la decisión de Griffin de no apelar el fallo judicial.

Griffin reclamaba la anulación de más de 65 mil votos, alegando que miles de votantes se registraron irregularmente sin incluir su número de seguro social o licencia de conducir como manda la ley federal, no eran residentes del estado o no incluyeron copias de sus identificaciones cuando votaron por correo desde el extranjero.

La NCSBE desechó los reclamos de Griffin en diciembre, pero éste llevó el caso a los tribunales estatales. Tras varios fallos en contra y parcialmente a favor, una corte federal concluyó que no se podía cambiar las reglas electorales después de las elecciones.

“Ese principio es familiar para cualquiera que haya jugado un deporte o un juego de mesa. Tu estableces las reglas antes del juego, no intentas cambiarlas luego que el juego terminó”,  escribió el juez federal Richard Myers en su fallo del 5 de mayo.

Tras esa decisión, Riggs pudo juramentar como jueza suprema estatal, cargo que ya ocupaba desde septiembre de 2023 cuando fue nombrada por el entonces gobernador Roy Cooper para reemplazar al renunciante juez Michael Morgan.

“Fue un gran honor juramentar de nuevo como juez asociada de la Corte Suprema de Carolina del Norte. Seguiré defendiendo el estado de derecho y las constituciones del estado y los Estados Unidos, sin temor ni favoritismo”, declaró Riggs tras tomar juramento.

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